jueves, 14 de febrero de 2008

Adolfo Sánchez Vázquez, Estructuralismo e historia

Ensayos marxistas sobre historia y política

Adolfo Sánchez Vázquez, Estructuralismo e historia.

En este ensayo del 1968, Adolfo Sánchez Vázquez expone la posibilidad de aplicar el análisis estructural al trabajo del historiador. La pregunta central es: ¿ Cómo se pueden explicar una serie de eventos cronológicamente puestos – como lo hechos históricos – en el marco de una investigación histórica?

El autor critica el positivismo por su falta de análisis abstracto que lleva al pensamiento concreto fundamental objetivo del historiador, y también critica el teologismo dogmático que busca en la historia un fin ultimo por el cual sacrificar el libero pensamiento. Muestra los limites del análisis empírica y atomística que no van hacia una representación científica de la materia histórica que es el producto de un distanciamiento por el historiador del hecho real y visible que por medio del análisis se transforma en hecho histórico-científico.

Tomando en cuenta las evoluciones de Saussure en campo lingüístico y de Levi Strauss en antropología, el autor propone una primera excursión en el campo del estructuralismo derivado de otras disciplinas. Sus conclusiones llevan a los limites de una adopción de el estructuralismo derivado por la lingüística que utiliza un conocimiento principalmente sincrónico y de la antropología interesada a la yuxtaposición de los hechos y por fin a la destrucción de la historia en una serie de evento regionales. Por fin, Sánchez Vázquez expone su necesidad del estructuralismo como medio para incorporar el acontecimiento sincrónico en un discurso diacrónico y por tanto realizar la tarea del historiador en frente a los hechos reales que se realizan en el sistema según una estructura. De hecho, el autor indica la materia de la historia en la transformación del sistema y como punto central la praxis humana, es decir el acción en un contexto “crono-lógico” de pasado, presente y futuro analizada en sus cambios.

El estructuralismo histórico pone el sincrónico en estado de dependencia hacia el diacrónico y valora los acontecimientos en cuanto parte de un desarrollo del sistema y de un cambio cualitativo.

La historia de la transformación pero no excluye el conocimiento de la estructura y el trabajo de investigación necesarios a la interpretación teórica, mas queda subordinada al análisis estructural la exposición que se realizará a la sombra del estructura general y será al tiempo mismo su justificación.

Parte importante del ensayo es el recogimiento de la teoría marxista de la historia en el campo de la teoría estructural hacia una completa identidad de método entre las dos.

El autor indica en el sistema económico evidenciado por Marx, la llave para superar la yuxtaposición de eventos y crear el factor de cohesión del discurso histórico y la abstracción necesaria para determinar el carácter y la teoría de la acción humana.

El punto valioso del ensayo es la relación entre la investigación y la aplicación de la teoría expuesto en las ultimas paginas poco antes de las conclusiones. Otra parte interesante que havia sido interesante profundizar es la compatibilidad funcional de estructuras diferentes y los cambios cualitativos como factor de instabilidad y caída del sistema.

Encontré dificultad en el captar la distinción entre sincronía y diacronía - que resultan después ser centrales en el discurso - porque el autor insertó las definiciones de estas en una parte del ensayo – la definición lingüística y antropológica del estructuralismo - en el cual se propone lo que se define por estructuralismo mas que no es lo que de verdad vamos a entender.

Por fin, el ensayo en su totalidad me parece coherente en sus premisas y en sus conclusiones, aún si no entendí el tentativo del autor de demostrar que el análisis marxista parte del estructuralismo o viceversa.

Hispanoamérica en el espejo, Tulio Halperin Donghi.

Hispanoamérica en el espejo, Tulio Halperin Donghi.

Empezando por Bolívar, Halperin Donghi intenta un recorrido del pensamiento latinoamericano sobre su misma existencia y sobre el tentativo de afirmarse come realidad autónoma individuando los rasgos autóctono y las influencias extranjeras (sobre todo europea) que han marcado el continente desde su independencia.

Pasando por los intelectuales letrados y políticos de varios países americanos, el autor liga pensamiento y propuestas de reflexión y acción a las distintas fases históricas de América Latina en la coyuntura mundial.

El análisis pone el acento en la necesidad de la creación de una identidad común en frente a una amenaza externa – cultural, política o económica – y la necesidad de justificar un destino común aún que no sea compartido por la totalidad de la población.

El punto final del ensayo es propiamente lo enunciado, es decir que la realidad hispanoamericana se afirma bajo estímulos cambiantes y como respuesta ideal y provisional de intereses reales.

El ensayo es un buen espejo del pensamiento de los autores en el marco de la historia continental y enseña con argumentaciones precisas las relaciones entre el desarrollo del pensamiento y la situación mundial y la influencia – a vez reciproca – de las ideas con la realidad.